Este café tiene notas de emprendimiento, fuerza de voluntad y mucho trabajo. Hemos estado con Laura Argüeso, participante de la III edición de SUMA, gran profesional de la asistencia ejecutiva, comunicación y reclutamiento.
Hablamos con ella sobre su experiencia en SUMA y cómo a través del programa logró el impulso para crear su actual empresa y proyecto personal Karmaleónica.
Laura, tienes una trayectoria académica y profesional muy interesante que aborda distintos ámbitos como la la asistencia de alta dirección, traducción y comunicación. ¿Podrías hablarnos un poco de ella?
Estudié Filología Inglesa en la Universidad de Salamanca. Fui auxiliar de conversación (lectora) durante un curso en Inglaterra y al regresar obtuve el CAP y un título de FP Grado Superior en Secretariado.Como soy una persona curiosa y en aquel momento me sentí atraída por las personas en las organizaciones, también realicé un posgrado en Dirección de RR.HH.
Con todos esos aprendizajes y mi inglés decidí regresar a Reino Unido. Allí pasé por varios trabajos administrativos y acabé como Secretaria Ejecutiva en una empresa de headhunters de software y telecomunicaciones, donde pude tratar con candidatos de alto nivel (Directores a nivel nacional, Vicepresidentes y CEOs) y con las empresas que los contrataban.
De vuelta en España, también me moví en sectores diversos y contextos internacionales, tanto en grandes grupos consolidados como en una startup tecnológica. Me considero privilegiada, porque de todas esas experiencias he aprendido un montón: he seleccionado, coordinado y formado a equipos de agentes comerciales, he organizado visitas y eventos importantes, uno de ellos en San Francisco y de forma remota (¡cuando nadie hablaba del trabajo remoto, allá por 2011!), he gestionado el visado de un CEO español en EE.UU. y apoyado en el proceso de incorporación de una filial allí...
Mi última experiencia por cuenta ajena fue como parte de un equipo de Comunicación en el que fui articulista, editora, y encargada de dos blogs relacionados con emprendimiento, trabajé en la comunicación de proyectos internacionales y di apoyo en campañas de marketing, donde incluso tuve la oportunidad de co-crear el guion de un pequeño spot publicitario.
¿Qué dificultades encontraste a la hora de incorporarte al mercado laboral?
Cuando pausé mi carrera profesional para poder cuidar de mi madre y de mi niña de 8 años, lo hice porque sentía que estaba intentando abarcar muchas cosas al mismo tiempo, pero no me estaba enfocando en lo verdaderamente importante. Al querer reincorporarme al mundo laboral no encontraba de lo mío. La asistencia ejecutiva parecía estar de capa caída y por ese motivo no lograba encontrar trabajo, pero en mi mente siempre supe que tenía más sentido que nunca. La verdad es que ese parón me sirvió para reflexionar.
Un día, por casualidad y a través de Linkedln, encontré SUMA, que ha sido un antes y un después. Me ayudó a ordenar las ideas que tenía y me impulsó a atreverme a emprender. Por eso creo que es muy necesario parar, tu mente se descortocircuita.
¿Podrías definirte en tres palabras?
Si tuviera que definirme en tres palabras, creo que serían: empatía (me gusta tratar a los demás como me gustaría que me trataran a mí); curiosidad (me gusta aprender cosas nuevas todos los días, ¡ojalá los días tuvieran 42 horas!) y flexibilidad (no me asustan los cambios; es más, suelo buscarlos yo y me adapto a las circunstancias).
Este año has estado trabajando en la creación de tu propio negocio Karmaleónica , que vio la luz a principios de verano. ¿Puedes hablarnos en qué consiste?
Antes decía que suele tenerse la idea de la Asistencia Ejecutiva como una profesión un tanto “obsoleta”. Yo me resisto a verla así: la asistencia de dirección tiene muchísimo sentido en un mundo cada vez más rápido y en el que cada vez hay que ser más conscientes, tratar con sumo cuidado la salud mental, pedir ayuda si es necesario, y encontrar un entorno de confianza que te permita sentir seguridad y florecer en aquello a lo que te dedicas.
Directivos y emprendedores son un claro ejemplo: intrépidos, decididos a sacar adelante sus proyectos, -¡que pueden cambiar el mundo!-. Pero en esa carrera de fondo, aparte del apoyo necesario a nivel institucional y demás, lo que muchos necesitan es apoyo específico en su día a día para poder centrarse en la estrategia, y en hacer lo que saben hacer mejor: aquello por lo que decidieron emprender. Esto es clave para la motivación y para el desarrollo del negocio; sin embargo a menudo están desbordados, perdiendo horas de sueño y en una preocupación continua que les trae incluso problemas de salud. A mí siempre me viene a la cabeza Chimney Sweep, el deshollinador de Mary Poppins, cuando baila en plan hombre-orquesta. ¿Agotador, verdad?
Por eso decidí poner mi experiencia profesional al servicio del bienestar de las personas: Karmaleónica es mi proyecto de asistencia ejecutiva virtual. Mi misión es liberar a directivos de tareas no estratégicas para que así puedan poner el foco en lo que consideran más importante. El nombre viene de mi lema: “Transformo CEOs ‘orquesta’ en CEOs zen con mucho foco… y buen karma”.
Lo hago de manera personalizada y flexible, temporal (interim), durante el tiempo que me necesiten, hasta que tengan el músculo como para ampliar estructura fija, sin ataduras. Ayudarles a despegar y crecer (o escalar) es mi objetivo, y el fin último hacer que disfruten del camino que han elegido.
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